EXPOSICIÓN ITINERANTE: “HUELLAS”

En esta tierra, al sur del sur, de espacios dilatados y atmósfera metafísica, abonada por los mitos, leyendas, crónicas y la presencia de vestigios de culturas autóctonas, en esta tierra donde todavía es posible asombrarse, vivo y trabajo.
Esta muestra itinerante, denominada “huellas” que recorrerá varias ciudades, es un intento por recorrer caminos con mi propuesta plástica, la cual recoge a su vez los rastros de nuestras culturas primigenias americanas.
El conjunto de obras que conforman esta exhibición, constituye una amalgama generada en el tiempo y es la consecuencia natural de un largo proceso que conjuga inquietudes de carácter sociocultural y estético.

En tal sentido, cabe recordar a Octavio Paz, orgullo de latinoamericanos y premio Nóbel, que afirmaba categóricamente “Hay que empezar de nuevo” al considerar la historia de Occidente como un error y un extravío.
Las circunstancias de carácter histórico-sociales pasadas y presentes y el análisis de las artes visuales en el actual momento, me obligaron a un replanteo de mi trabajo, sentí y comprendí que tenía que empezar de nuevo.
Del presente partí hacia el pasado, en una búsqueda que me permitió “volver a ver” aquello que hasta ese momento no había percibido, sin duda y en términos artísticos, asumí que había estado distraído, a partir de aquí y con otra visión logré reinstalarme en el presente, plataforma que permite proyectarme hacia el futuro.
El conjunto de trabajos que componen esta exposición, constituye una indagación sobre el universo enraizado en las culturas latinoamericanas en general y patagónica en particular, para abordar también cuestiones de índole universal de carácter ontológico, etc., y es a su vez un esfuerzo, en la búsqueda de un derrotero estético propio, que trascienda la temática, en un intento por alcanzar la esencia y los significados, aquello irreductible a la palabra, cuya percepción es posible a partir de ciertos replanteos y redefiniciones acerca de la naturaleza y función del arte, como asimismo un desafío tendiente a despojarnos de ciertos códigos visuales instalados, heredados de la tradición europea, desechando asimismo, aspectos nostálgicos que nos detienen en el pasado, cosificando el presente.
Del mismo modo esta propuesta plástica elude y rechaza la perjudicial herencia de ciertos estereotipos del lenguaje plástico latinoamericano, de realismos fatigados e “ismos” de distinta naturaleza, este desafío implica producir otra lectura que conduzca a la comprensión de otros planteos estéticos.
Las obras a exponer, son objetos, ensamblajes, instalaciones y constituyen arquitecturas o construcciones volumétricas, habitadas con elementos tomados de la naturaleza, en un intento por recuperar la dignidad, identidad, el carácter simbólico y la capacidad de comunicación de los mismos, a partir del reconocimiento de sus cualidades y atributos intrínsecos.
Del mismo modo la investigación analítica y práctica me condujo a la utilización de materiales y técnicas empleadas por las culturas autóctonas, de donde surge la presencia de los pigmentos, cuero, lana, plumas, piedras, huesos, textiles originales, etc., que son al mismo tiempo soporte y significante.
Apoyado en la creencia de que los lenguajes crean sentidos, creo que no se “pinta” con la teoría pero tampoco sin ella y el discurso visual es también pensamiento conceptual y el arte siempre se nutre del lenguaje social, y ese lenguaje también es una visión del mundo con el cual alimento mi obra.
A partir o a pesar de estas breves reflexiones, sigo trabajando, aquí, al sur del sur.

Reinaldo Agosteguis/ Viedma/ Río Negro/ Argentina/ 2001